martes, 24 de junio de 2014
viernes, 20 de junio de 2014
HISTORIA COMÚN DE LAS COFRADÍAS DE LA SANTA VERA-CRUZ Y DE LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS, DE ANDÚJAR
MAUDILIO MORENO ALMENARA
A pesar de ser una de las cofradías que ha mantenido una
parte importante de su patrimonio artístico, la historia de la Cofradía de las
Angustias es una de las más desconocidas en el panorama de la Semana Santa. Su
origen fue parcialmente descubierto por el historiador Domínguez Cubero, quien
dio a conocer un documento conservado en el Archivo Histórico Provincial de
Jaén (DOMÍNGUEZ, 1990, 54). Se trata de unas escrituras firmadas por el
escribano Pedro Bernardo Juncal López que hacen referencia a la petición
realizada por unos setenta vecinos de Andújar al secretario provincial de
Andalucía de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, el padre prior Fray
Andrés Brun.
El contenido del documento, fechado el 4 de junio de
1737, aclara algunas cuestiones y deja otras en cierta penumbra. Entre las
cuestiones aclaradas: que la imagen de la Santísima Virgen estaba ya en la
iglesia por ese tiempo y que pertenecía a los hermanos de San Juan de Dios, en
segundo lugar, que la Virgen de las Angustias se encontraba en un altar lateral
y no en el mayor, y respecto a la petición concreta, no se solicitaba la salida
en procesión por las calles de Andújar el Viernes Santo, sino una salida de
tipo claustral, el tercer domingo de Cuaresma, por lo que se desconoce cuándo
procesionó por primera vez el Viernes Santo.
Otros datos contenidos en el documento se refieren a que
los setenta vecinos fundadores, solicitaban que tanto ellos como sus esposas e
hijos pudiesen recibir sepultura en la capilla de la Virgen de las Angustias.[1]
Todo ello nos lleva a pensar en que la petición era para
fundar una cofradía cuaresmal y no de Semana Santa, especificándose que su
salida sería, como ha quedado dicho, el tercer domingo de Cuaresma día en que
ya celebraba procesión vespertina el Santísimo Cristo de las Batallas,
hermandad cuaresmal[2] fundada en el año 1703 en
la iglesia de Santa Marina (CÓRCOLES, 1991, 46-47).
En reunión celebrada por la comunidad de hermanos de San
Juan de Dios, el día 25 de junio de dicho año, hubo acuerdo en todas las
peticiones realizadas salvo en la cesión de la propiedad de la imagen, que se
reservó la orden, aunque la prestaría para su culto.
Hasta aquí los datos conocidos, aunque es evidente que
estos preámbulos por sí mismos no servirían para constituir oficialmente la
Hermandad de la Virgen de las Angustias, sino que supusieron el acuerdo entre
el grupo de devotos y la comunidad hospitalaria de San Juan de Dios para elevar
la petición al obispado de Jaén, que era el órgano que finalmente había de
aprobar y formalizar la propuesta mediante el refrendo de los correspondientes
estatutos.
Llama la atención en el proceso, que no se haga mención a
salir en procesión en Semana Santa, puesto que sabemos que a lo largo de ese
siglo lo haría. También que la imagen no fue realizada por la cofradía, sino
que pertenecía a los frailes y por último que no presidía en 1737 el altar
mayor, con lo que suponemos que lo haría una imagen con la advocación de la
Virgen de la Caridad, que es el origen del Hospital.[3]
El rico archivo de la Cofradía de la Santa Vera Cruz de
Andújar cuenta con dos alusiones a la Cofradía de las Angustias en su libro de
cuentas del siglo XVIII, en concreto del año 1775 y 1784 respectivamente, y
ambas tienen que ver con el ajusticiamiento de condenados a muerte y su
posterior entierro.
Brevemente diremos que la Cofradía de la Santa Vera Cruz
tenía por costumbre ayudar a sufragar la comida de los presos de la cárcel y el
entierro de los ajusticiados y ello que sepamos desde el siglo XVI.[4]
La particularidad de la anotación del año 1775 estriba en el hecho de que ese
día se ajusticiaron a dos personas, por lo que se propuso, que además de la
Santa Vera Cruz, otra cofradía ayudase en estos menesteres. Esta razón es la
que conllevó la anotación en los libros de la cofradía veracrucera, ya que fue
precisamente la cofradía de las Angustias la que asistió al otro ajusticiado. El
documento es muy minucioso, y en los algo más de dos folios, el secretario de
la Vera Cruz describió con detalle el proceso que llevó a los condenados a la
muerte. Por no distraer de la cuestión principal, extractamos sólo este
párrafo:
“...Siendo como las diez se juntaron los
Sres. Gobres, asi de esta Cofradía, como los dela Cofª dela Humildad[5] pasamos a Sta. Maria, y se unieron con
nosotros los Hermanos dela Sta Caridad, respecto aque pr. D. Manl. Diaz
Presbro. se avia suplicado a esta cofradia que vien sabia, que la fundacion de
la Sta. Charidad estaba recien fundada, y que avia avido ajusticiados y que
nuestra Cofradia tenia el merito de ser la mas antigua, y de aver concurrido
alos antezedentes afusticiados, y tenia la antelacion, y derecho, y que si la
cofradia tenia abien, el que para solo esse acto se hermanase la Sta Caridad
con la Cofradia dela Sta Vera Cruz pª el entierro. lo que oydo pr. la Cofradia
dixo q. no tenia reparo sin perjuicio de sus lugares,[6] y de otras condiciones que constan del testimonio
q. seles remitio pr. el notario de esta Cofradía..”
En él llama la
atención una cuestión: que la cofradía de la Santa Caridad, como se llamaba a
la de las Angustias, “estaba
recien fundada” en el año 1775.
Por tanto, debemos pensar que entre 1737 y 1775 se aprobaron las reglas y
procesionó los primeros años la actual cofradía de las Angustias. Es un tiempo
dilatado, de más de treinta años, lo que llama poderosamente la atención,
aunque hemos de recordar que la petición realizada a los hermanos de San Juan
de Dios no conllevaba la creación de una cofradía de Semana Santa o
penitencial, sino cuaresmal. Es probable que los hermanos fundadores, en estos
más de treinta años, cambiasen de opinión y optaran por crear definitivamente
una cofradía que saliese el Viernes Santo con nazarenos. El resultado es que
pensamos que la Cofradía de la Santa Caridad debió fundarse en el tercer cuarto
del siglo XVIII como corporación de Semana Santa, de hecho en 1758 se manda un
edicto del Obispo Fray Benito Marín a todas las cofradías que salían en Andújar
durante la Semana Santa mencionándose una a una las que salían en esos años,
que eran: la de los Dolores del Carmen, la Humildad de las Mínimas, la de la
Vera Cruz de San Francisco, la de Jesús Nazareno de los Trinitarios y la de la
Soledad y Santo Entierro del convento de Mínimos.[7] No se alude en ningún momento en el
documento a la Cofradía de la Santa Caridad, lo que quiere decir que este año
de 1758 aún no había procesionado ni tampoco debía tener sus reglas aprobadas,
lo que supone que éstas debieron refrendarse entre el año 1758 y 1775.
La cuestión, sin
embargo, no tiene mayor importancia que la de la simple precisión histórica,
pues sabemos que se fundó con total seguridad en el tercer cuarto del siglo
XVIII, aunque desconozcamos el año concreto.
El otro
documento conservado por la Santa Vera Cruz, como decíamos del año 1784, es
similar en cuanto a que se trata de nuevo de otra asistencia al entierro en
este caso de un ajusticiado. De nuevo
participaron las dos cofradías anteriores, es decir, la Vera Cruz y la Caridad.
El legajo es igualmente amplio y detallado, desglosándose incluso las partidas
de gastos concretas. En cualquier caso y respecto a la cofradía de la Santa
Caridad, que para estos actos se hermanaba con la de la Vera Cruz, el
secretario de la Cofradía de la Santa Vera Cruz hace una mención interesante:
“...Santa y benerable hermandad de la Sta
Charidad, Salud en Ntro. Sr Jesucristo, qe es la
verdadera Salud...”
Aunque no se
indica el nombre exacto, sí que se alude a la Santa Caridad por un lado y por
otro a la Salud en Nuestro Señor Jesucristo, cuestión que creemos esencial en
lo que se refiere a los titulares de la Cofradía, puesto que da la casualidad
de que en el coro de San Juan de Dios se conserva una imagen de Cristo
Crucificado antiguo, muy repintado, que debió ser este Cristo de la Salud que
se menciona en el documento.[8]
La imagen es de
buena calidad a pesar de su estado actual. Nos atreveríamos a decir que incluso
cabría entroncarlo claramente con el barroco tardío granadino, con detalles que
nos recuerdan a los Mora o a Risueño en el rostro (nariz prominente, pómulos
muy marcados, bigote casi sólo pintado –se intuye aunque se ha repintado
encima-, boca entreabierta mostrando la dentadura, arco superciliar claro,
etc.).
Hasta ahora
pensábamos que esta imagen era el Cristo de la Caridad, pero no es así, la
imagen es la del Santísimo Cristo de la Salud, que debió procesionar al finales
del siglo XVIII junto con la Virgen de las Angustias. Es una advocación
bastante común y muy extendida, valga como ejemplo el de la iglesia de San
Andrés de Granada.
En cuanto al
nombre de la Cofradía: la Santa Caridad, se debía a Nuestra Señora de la
Caridad. Así queda confirmado en un libro manuscrito con sermones varios,
escritos hacia el año 1780 por Juan Francisco Rojas Hidalgo. En éste último se
escribe el contenido de dos sermones realizados en el convento de Nuestra
Señora de la Caridad de Andújar, el primero dedicado a los Dolores de María
Santísima[9]
el día 13 de abril de 1764 y el segundo titulado El Oculto Atlante de la
Iglesia, San Juan de Dios, y que se impartió el día 8 de marzo de 1766.
Otros datos
existentes en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios indican que Fray Miguel
Gomar fundó el Convento-hospital de Nuestra Señora de la Caridad de Andújar (DE
LA TORRE, 2006, 88-89). Asimismo se menciona con este nombre en un documento
conservado en el Archivo Interprovincial de los Pisa de Granada. El documento
referido al Convento Hospital de Andújar se titula:
“Extracto de la Visita y Cuentas tomadas al
P. Fr. José Gutiérrez Prior del Convento Hospital de Nuestra Señora de la
Caridad, orden de N. P. S. Juan de Dios de esta Ciudad comprehensivas desde la
Visita Provincial antecedente de 18 de Junio de 1828 hasta hoy día de la fecha” (IBID., 2006, 247).
De todo ello se
deduce inequívocamente que el Convento-Hospital de San Juan de Dios estuvo
dedicado a Nuestra Señora de la Caridad, del que tomó nombre la cofradía,
llamada Venerable Hermandad de la Santa Caridad y Salud de Nuestro Señor
Jesucristo.[10]
Este título coincide con el de una de las cofradías de la localidad cordobesa
de Guadalcázar (AGUAYO, 2002, 56).
Por tanto, y
hasta la fundación de la cofradía en el tercer cuarto del siglo XVIII, debió
ser la imagen de Nuestra Señora de la Caridad la que presidió el retablo mayor,
pasando después a un retablo lateral.[11]
Otra cuestión de interés es que el retablo mayor, construido hacia 1730, debió
ser desmontado y adelantado para poder realizar el camarín de la Virgen a
finales del siglo XVIII. Puede incluso que el retablo actual no fuese
construido para esta iglesia, sino que procediese de otro convento suprimido de
Andújar.[12]
De hecho, puede observarse que el retablo es bastante más pequeño que el hueco
de la Capilla Mayor, de ahí que se tuviese que construir en su día
(probablemente en el siglo XIX) un arco “adaptador”, hoy pintado en color
crema, que disimulara esta disonancia.
Otros detalles
de interés son que las imágenes que presiden el retablo no parecen haber sido
realizadas para éste, debido a su diferente tamaño (ULIERTE, 1986, 176). La
imagen de San Rafael que aparece en el lado del Evangelio pudo ser la que Jesús
Palomino nombra cuando extracta una escritura de patronazgo sobre un altar
lateral a favor de D. Pedro de la Carrera. Es del año 1721 y en ella se
compromete a sustituir el anterior lienzo del arcángel por una escultura de
talla de San Rafael de vara y media, es decir, de unas medidas comprendidas
entre 1,20 y 1,30 m .
coincidentes con ésta que actualmente está en el retablo mayor, que además
concuerda con el estilo de la época.
Por otro lado,
el citado beneficiario del patronazgo debía igualmente hacer a su costa un
retablo en la nave del Evangelio para la imagen, estofado y dorado, quedando la
imagen embutida en el arco embebido en la pared que existía en el anterior
altar (PALOMINO, 2003, 275-276). Tan
sólo hay dos retablos en este lado del Evangelio, uno dedicado al Sagrado
Corazón de Jesús y el otro a San José de la Montaña,[13]
así que uno de los dos debió ser el lugar en el que se ubicó el arcángel San
Rafael que hoy se encuentra en el altar mayor.
En cuanto al
lugar en el que primitivamente debió estar la imagen de las Angustias, debió
ser en el lado de la Epístola, pues en este lateral sólo existe un retablo con
espacio suficiente como para albergar este grupo. Es el que hoy está dedicado a
la Virgen de los Desamparados, devoción nueva en Andújar, importada por la
congregación de las Hermanas de la Caridad de San José de la Montaña a finales
del siglo XIX.
Como vemos, y a
pesar de la aparente originalidad de la configuración interior de las
advocaciones de la iglesia, ésta no es tal, sino fruto de una serie de reformas
acaecidas probablemente en el siglo XIX. Ya hemos apuntado que alguno de los
retablos, si no todos, pudieron no pertenecer originalmente a San Juan de Dios,
sino ser fruto de los movimientos acaecidos durante la desamortización. No en
vano y como ya apuntó la Dra. Ulierte sobre el retablo mayor “escaso debió ser
el desarrollo iconográfico del retablo” (ULIERTE, 1986. 176), y añadiremos,
impropio de una orden como la de San Juan de Dios, que hizo programas
iconográficos tan extraordinarios como los existentes en la propia Basílica
granadina y que además sabemos que fue ella y no la cofradía de la Caridad la
que promovió[14]
el citado retablo mayor (TORRES, 1981, 274). Añadiremos a ello que incluso en
los retablos menores laterales, tampoco existen alusiones iconográficas a
santos y ni tan siquiera escudos de la orden, dando así veracidad a que el
conjunto no fuese el original de San Juan de Dios, aunque finalmente recabase
allí en el siglo XIX. Toda la aparente coherencia iconográfica se basa en
imágenes móviles, que al menos en dos casos sabemos con seguridad que no están
en su lugar original. Disponibilidad de retablos en Andújar existió tras la
Desamortización, pues la mayor parte de los grandes conventos masculinos fueron
demolidos o parcialmente desmantelados. Entre los primeros el de Mínimos de la
Victoria, el del Carmen y el de San Eufrasio de Trinitarios y entre los
segundos el de San Francisco de Asís, que redujo las proporciones de su iglesia
a algo menos de la mitad, desmantelando la parte que fue convertida en Círculo
casino y café.
En diciembre de
1820 el convento de San Juan de Dios fue suspendido (TORRES, 1981, 437)
expulsándose años más tarde a los pocos frailes que siguieron en el
establecimiento de forma transitoria. En los años sucesivos el edificio quedó
abandonado durante un tiempo. Por falta de compradores pasó a propiedad
municipal aunque al principio sin uso. Fue así como en 1838 y ante los
constantes rumores el prior de San Miguel solicitó al Ayuntamiento que no
demoliese la iglesia, contestándole el Concejo que por ser de su propiedad no
consentiría en ello (IBID., 1981, 446). Ese mismo año el alcalde D.
Jerónimo de la Cal planteó al pleno del ayuntamiento que el edificio se
emplease para centro de enseñanza, accediéndose a ello.[15]
Igualmente se trasladó a la iglesia del convento el retablo de Ntra. Sra. de la
Cabeza que había en el oratorio bajo del Ayuntamiento (IBID., 1981, 447). De ser totalmente cierta esta anotación de las Actas
Capitulares, presuntamente, uno de los cinco retablos actuales debió ser el del
Ayuntamiento, pero cuál. Quizás fuese el único que no tiene pinturas de santos
en las calles laterales y que hoy alberga a la Virgen de los Desamparados, pero
no estamos seguros pues no contamos con descripciones más precisas de esas
fechas:
No cabe duda que
toda esta errática vida del edificio tras su exclaustración debió incidir
igualmente en la vida de la cofradía. Ya durante el siglo XIX sólo salía la
imagen de las Angustias, así lo avala una anotación en los libros de actas de
la Vera Cruz. Fue realizada en el cabildo de 3 de mayo del año 1876, que
demuestra el grado de postración que tenía la actual cofradía de las Angustias
en esos momentos: “Ygualmente se
acuerda que el trono antiguo de Jesús (se refiere al del Nazareno)
que se encuentra sirviendo a la Virgen de las Angustias se recoja por el mayor
de Gobernación, pero recivido el hermano mayor de las Angustias, el presente
hno. suplica lo dejase a dicha Imagen por estar conservado y seguro en el
presente año y se accedió a dichas peticiones”[16]
Queda claro que la cofradía de las Angustias, por esos años de 1876 no tenía,
lamentablemente, ni paso para sacar su venerada imagen, es por ello, que
durante algunos años, la Vera Cruz le prestaba el paso antiguo del Nazareno
para que pudiese salir la tarde del Viernes Santo. Dado que no vuelve a aparecer
anotación similar en el archivo de la Vera Cruz, hemos de suponer que la
cofradía de las Angustias promovería, a partir de ese momento, la ejecución de
un nuevo paso para la Virgen, que quizás fuese el que aparece en la fotografía
del año 1925 que mostramos.
En resumen, las
reglas de la Cofradía de la Santa Caridad de Andújar, actual Angustias,
debieron aprobarse como cofradía penitencial entre 1764 y 1775. Su
nombre fue el de Cofradía de la Santa Caridad y Santísimo Cristo de la Salud.
Entre sus imágenes procesionales estuvo la Virgen de las Angustias, el
Santísimo Cristo de la Salud y probablemente San Juan de Dios. Todas ellas se
conservan aún en la iglesia del actual asilo, aunque a partir de la
desamortización del antiguo hospital de San Juan de Dios en 1820 la postración
en la que cayó la cofradía obligó a que a partir de esa fecha sólo procesionase
la Virgen de las Angustias, siguiendo así hasta la actualidad. Hemos querido
aportar en estas líneas algunos datos de esta cofradía hermana que llena de luz
la tarde del Viernes Santo en Andújar.
CÓRCOLES DE LA
VEGA, J. V. (1991): “La Hermandad del Cristo de las Batallas de Andújar”,
Rev. Alto Guadalquivir, Especial Semana Santa Giennense, págs. 46-47.
DE LA TORRE
RODRÍGUEZ, F. (2006): “Panorámica General de la Provincia de Nuestro Padre San
Juan de Dios, de Granada, en vísperas de la exclaustración de 1835: Cartas-cuenta
e inventarios de los conventos-hospitales remitidos al capítulo general
intermedio a celebrar el 3 de Mayo de 1833 en el convento-hospital de Nuestra
Señora del Amor de Dios y venerable Padre Antón Martín, de Madrid.
Exclaustración y Orden Hospitalaria: Estado de la cuestión III”, Archivo
Hospitalario nº 4, págs. 17-300.
DOMÍNGUEZ
CUBERO, J. (1990): “Constitución de la Hermandad de las Angustias de Andújar”, Alto
Guadalquivir Especial Semana Santa Giennense, pág. 54.
PALOMINO LEÓN,
J. A. (2003): Ermita, Capillas y Oratorios de Andújar y su término,
Jaén.
TORRES LAGUNA,
C. (1981): Andújar a través de sus actas capitulares (1600-1850), Jaén.
ULIERTE VÁZQUEZ,
Mª L. (1986): El retablo en Jaén (1580-1800), Jaén.
[1] Es muy probable que los
frailes de San Juan de Dios hubiesen hecho la imagen en recuerdo de la patrona
de Granada.
[2] Las hermandades
cuaresmales, como su propio nombre indica, no salían en procesión los días de
la Semana Santa, sino previamente, durante la Cuaresma. Solían tener un número
limitado de hermanos que habitualmente no excedía de 100, obviamente no
llevaban túnica nazarena al no salir en la Semana Santa y rendían culto a una
imagen de Cristo o de la Virgen Dolorosa. En Andújar sabemos que existieron las
del Cristo de Burgos, la del Cristo de las Batallas, la del Cristo de la
Columna de Santiago y probablemente ésta de las Angustias en sus inicios.
[3] El hospital se debió fundar
en el siglo XVI. En 1605 ya se menciona en las actas capitulares (TORRES, 1981,
39), aunque no sería hasta el año 1698 cuando los frailes de San Juan de Dios
tomaron posesión de él, al trasladar el Santísimo a la nueva iglesia construida
por ellos en el solar de la antigua ermita (IBID., 1981, 203).
[4] Existen cuentas del año
1581 en las que se acuerda dar un donativo para “los pobres de la carcel”.
[5] La Cofradía de la Humildad
de Cristo, desaparecida en la actualidad, tenía sede en el Convento de Mínimas.
Fue fundada en el año 1618 y estuvo hermanada con la Cofradía de la Santa Vera
Cruz, de tal modo que a partir del año 1695 en el que se produce este
hermanamiento, asistían a todos los actos que una y otra hacían.
[6] Se refiere al lugar
procedente según su antigüedad, cuestión básica y tradicional en todas las
cofradías para el orden en las procesiones.
[7] Auto para la Semana Santa
del Obispo D. Fr. Benito Marín. Año 1758. Libro de Cabildos de la Santa Vera
Cruz de Andújar del año 1730 en adelante. Archivo de la Cofradía de la Santa
Vera Cruz de Andújar.
[8] Fotografía Jorge Rodríguez
Toribio, al que desde aquí queremos agradecer su interés constante por la
Historia de nuestra Semana Santa y su ayuda en nuestras investigaciones.
[9] La dedicación de este
sermón a un tema claramente mariano y de Semana Santa nos invita a pensar que
la aprobación de las reglas de la cofradía y por ello su fundación pudo ser en
fechas muy próximas a este año de 1764, celebrándose quizás la primera salida
de la cofradía con este solemne sermón, celebrado el Viernes de Dolores de ese
año.
[10] Según el testimonio del
secretario de la Cofradía de la Santa Vera Cruz ya indicado.
[11] La imagen a día de hoy no
se conserva.
[12] El 18 de junio de 1838 el
prior de San Miguel pide que no sea derruida la iglesia de San Juan de Dios ni
sus altares. El Ayuntamiento dice que por ser de su propiedad no consentirá
jamás en ello. Esta preocupación del prior de San Miguel debió fundamentarse en
que algunos de sus altares ya habrían desaparecido creando una fundamentada
alarma de demolición. Esto provocaría que unos meses más tarde el Ayuntamiento trasladase
el retablo de la Virgen de la Cabeza que tenía en el oratorio bajo de la casa
capitular, que sería reemplazado por otro (TORRES, 1981, 446-447). En esos años
el antiguo hospital de San Juan de Dios venía siendo objeto de expolio, como
demuestra el inicio de un expediente al Sr. de la Cal por haberse llevado
algunas ventanas y tinajas del edificio (suponemos que porque tampoco quedaría
mucho más en él) (IBID., 1981, 449).
[13] Esta advocación es propia
de la congregación que regenta desde finales del siglo XIX el antiguo hospital
de San Juan de Dios.
[14] Textualmente nos dice De
Torres que el día 29 de Agosto de 1730 el Concejo Municipal dio un donativo al
prior del convento de San Juan de Dios para el nuevo retablo del altar mayor.
En este sentido cabe recordar que 7 años más tarde la imagen de las Angustias
se mantenía en su retablo lateral.
[15] Curiosamente al año
siguiente se abrió un expediente a D. Jerónimo de la Cal por haberse llevado
del edificio algunas ventanas y tinajas (TORRES, 1981, 449).
[16] Libro de Cabildos de la
Cofradía de la Santa Vera Cruz de los años 1854 a 1911. Archivo
particular.
jueves, 5 de junio de 2014
ASÍ VIERON NUESTRA ESTACIÓN DE PENITENCIA (PARTE 3ª)
La calle Jordán parece ser el lugar más apropiado para que Montañés aguardase ver pasar a Dios.
La calle Jordán tiene el corazón traspasado por una espada, como su Dueña y Señora.
La calle Jordán tiene un campanario para ella sola cada vez que pisa su piel el propio Dios Nazareno.
Banderas recogidas, Cruces de penitencia y todos los hermanos presentes y pasados de nuestra Cofradía caminan por ella.
La reliquia de la verdadera Cruz de Cristo es custodiada entre cera roja, Sacramental como la Sangre de Cristo que la revistió de vida.
Cristo Redentor, inspirado por el Espíritu Santo a maese Francisco Romero Zafra, va repartiendo gracias entre su gente, y las calas blancas empiezan a abrirse presagiando que tras Él nos llegará nuestra Madre Santísima y Bienaventurada.
Penitentes con la cruz sobre el mismo hombro que Cristo la lleva, siguen a quien es el Camino, la Verdad y la Vida.
Una Bandera pontificia, escoltada entre la bula y la demanda, esclarece la negra penitencia Vera-crucera.
La Vera-Cruz quema la cera blanca Concepcionista del Domingo de Ramos andujareño.
El estandarte terciado, con su escudo parlante de plata, lleva contenidos a todos los Vera-cruceros de Andújar durante estos 587 años de existencia.
La presidencia, con la vara contendiendo la efigie de Cristo atado a la Columna y la Santa Cruz sobre el monte Calvario, anuncia a la Pura y Limpia Concepción de María, custodiada entre dos "Ave Marías" orladas.
Monaguillos y monaguillas Vera-cruceros, con el escudo de la Tiara, anuncian que viene una Madre entre llantos y pucheros, conteniendo el dolor para que los pequeños sepan que siempre, siempre está la certeza de que Cristo nunca nos abandona, de que siempre estará con nosotros su Esperanza.
Una Cruz entre ciriales, luciendo una bella manga de brocado y pláticas, anuncian que ya nos llega la Madre de Dios caminando al compás de marchas elegantes y rancias.
El preste que cierra el cortejo y el pueblo fiel que a la Cofradía acompaña.
Y una banda, guadalquivireña, fiel siempre a la Virgen niña, va rezando sus partituras de jara blanca y aguas de la Sierra que tantos males sanan.
Así es la calle Jordán: una Catedral bajo la bóveda de los Cielos, donde los altares están formados por azulejos en los zaguanes de la Gracia.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)